Diego Molano, el ministro de Defensa de Colombia, sostuvo que uno de los motivos por el que se aceleró el proceso de extradición a Estados Unidos de Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, es que el líder del Clan del Golfo «tenía planes de fugarse«.
Es que en esta última semana, el sistema judicial del país causó un gran revuelo por la extradición de «Otoniel».
Por eso Molano explicó -en una entrevista con el diario El Tiempo- que el servicio de inteligencia de Colombia descubrió que el narcotraficante y líder de una de las bandas más peligrosas del país «tenía un plan escaparse de la cárcel».
«Estaba implementando una estrategia que consistía en comprar propiedades alrededor de donde estaba recluido, mandar mensajes a sus subalternos y demás. Tenía planes para fugarse», insistió.
Y continuó: No solo tuvimos evidencia de que miembros del clan y sus familias empezaron a comprar apartamentos cercanos a la Fiscalía para hacer observación, sino que detectamos que, a través de su ropa, mandaba mensajes a alias «Siopas» y a alias «Chiquito Malo», quienes tomaron el poder tras su arresto el año pasado, para dar datos del sitio donde estaba recluido», subrayó.
En este sentido, Molano afirmó: «El trámite de extradición fue un golpe muy fuerte para la estructura que se encuentra dividida en dos fracciones y que el paro solo demuestra el afán por mostrar que pese a todo siguen teniendo poder, ya que ahora se están enfrentando entre ellos mismos», apuntó.
«Las retaliaciones de los reductos del Clan del Golfo evidencian que la captura y la extradición de «Otoniel» fueron golpes que lo han fracturado. Hay dos facciones, con «Siopas» y «Chiquito Malo», que, sin el mando centralizado, ya se están disputando las rentas criminales y quieren abrirse sus propios espacios. A esa fractura ya le salió competencia, la de «Gonzalito», quien también entró en la pelea», agregó el funcionario.
Además, contó que la decisión de enviarlo a pagar a Estados Unidos su condena no afecta el proceso de verdad para el país sino que demuestra que en Colombia «no solo opera la Fuerza Pública sino también la Justicia», destacó.
«Pero yo respondería lo siguiente, a quienes han hecho críticas a la extradición: lucharemos para que se sepa la verdad sobre todas sus actividades criminales a lo largo de estos veinte años de carrera criminal. Cuando «Otoniel» pague su pena en Estados Unidos tendrá que venir a responder acá», advirtió Molano.
Putumayo, según la Justicia
Molano se refirió a la Moción de Censura de la que salió victorioso y aseguró que lo de Putumayo fue «un proceso preparado» y que pese a que la Fiscalía «no determinó si las 11 personas muertas, entre esas una embarazada y un menor de edad, eran parte de estructura criminales, el procedimiento respetó el Derecho Internacional Humanitario».
«Esta operación se planeó durante más de 15 días, con un grupo de inteligencia insertado en la selva para poder vigilar el punto. En el combate hubo una reacción armada contra el Ejército», relató.
«Al Congreso asistimos acompañados de uno de los soldados que, herido, casi pierde un brazo, y narró: `había un civil, yo no le disparé, pero luego él sí me disparó a mí`», añadió el funcionario.
Molano, por último, dejó en claro que «se aplicaron todos los principios del DIH, el principio de distensión, el principio del uso proporcional de la fuerza. Pero esta operación era necesario realizarla, para liberar al Putumayo de ese azote y de esa esclavitud», concluyó.